Triunfando en el olvido: los banquillos de Brasil hablan «portuñol»

Paco García y Arturo Álvarez antes del encuentro (Foto: Basket World Tour)

Paco García y Arturo Álvarez antes del encuentro (Foto: Basket World Tour)

El pasado domingo 2 de octubre dejamos una Sao Paulo tan inmensa como inabarcable para dirigirnos a Mogi das Cruzes, ciudad de poco más de 300.000 habitantes, con dos curiosidades: es la ciudad natal – casi por accidente- de Neymar y ostenta la mayor colonia de japoneses de todo Brasil. El tren de camino a Mogi nos enseña los contrastes de Sao Paulo; de los rascacielos y el lujo de la Avenida Paulista a los humildes barrios del extrarradio donde se aglutinan viviendas a modo de cuatro débiles paredes de ladrillos.

El lunes nos espera Paco García, primer entrenador del equipo local, otro «español por el mundo». Nada más entrar al pabellón y preguntar por él sentimos el aprecio que le tienen todos los trabajadores del club. Presenciamos el entrenamiento matutino: después del gimnasio, repaso de conceptos defensivos en bloqueos directos e indirectos, y tiro. Al terminar vamos a comer con Paco y su mujer, que ha venido a pasar unos días a la ciudad brasileña. Acompañados de buena carne en un rodizio conversamos largo y tendido sobre el crecimiento del club y del país, de entrenadores españoles repartidos por el mundo, de la ACB, de las competiciones FEB, así como de la situación social española.

Paco García es uno de los entrenadores españoles que no ha dudado en hacer las maletas cuando ha visto una buena oportunidad laboral. Recuerda que lleva 28 años seguidos entrenando y los pocos meses que ha estado sin equipo se divirtió entrenando a un grupo escolar de minibasket. En su tercera temporada en Brasil reconoce que le da «vértigo ver el ritmo al que está creciendo el club». Nos queda bien claro que el entrenador vallisoletano ha sido más que el «head coach», se ha involucrado como el que más para hacer del club una estructura lo más profesional posible en todos los sentidos, no sólo el deportivo.

Uno de los cambios que más valora Paco y de los que más orgulloso se siente es la asistencia al pabellón. En tan solo dos años han pasado de tener poco más doscientos espectadores que entraban al pabellón de forma gratuita a ser, la temporada pasada, el estadio con la mejor media de asistencia de la competición pagando su entrada. Una foto del contraste entre la imagen del pabellón vacía cuando llegó y otra foto del mismo escenario abarrotado en las semifinales ante Flamengo del año pasado, decora el portátil en el que trabaja a diario.

Por la tarde nosotros también doblamos entrenamiento y volvemos a ver a Paco en una sesión con mucho más ritmo preparando detalles del partido. Nada más terminar el equipo local entra en «la cuadra» Unitri Uberlandia, equipo entrenado por otro español, Arturo Álvarez. Para él es la segunda experiencia dirigiendo un club brasileño después de dirigir hace dos temporadas al Palmeiras. Pese a estar también muy adaptado al basquete y vida brasileña se alegra de poder charlar un rato con dos entrenadores españoles. Al ser el técnico del equipo visitante no podemos compartir tanto tiempo de conversación con él porque el horario manda: han llegado directos a entrenar y ahora jugadores y cuerpo técnico tienen que cenar y descansar. En poco menos de 24 horas Mogi Basquet y Unitri Uberlandia disputaban la primera jornada de la NBB con acento español o «portuñol», como dicen ellos, en cada banquillo.

Martes, día de partido. Los que somos entrenadores sabemos de las rutinas y ritos previas al encuentro pero aun así tenemos el placer de sentarnos un rato para hablar con ellos y hacerles una breve entrevista en vídeo. Cuando podamos subirlo -la conexión que hemos conseguido en Río no es la mejor- actualizaremos la entrada.

¿Queréis conocer quién venció en el duelo de banquillos españoles? Léelo en Solobasket.com

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