Jordi Fernández, un pionero en la meca del baloncesto

En nuestra estancia en Cleveland (Ohio) estuvimos acompañados de un pionero: el primer español que ha formado parte del staff técnico de un equipo NBA y desde este año, el entrenador no americano más joven en la historia de la D-League. El badalonés Jordi Fernández conoce mejor que nadie el tiempo y en algunos casos el dinero que ha tenido que invertir hasta llegar a su posición actual. Nadie le ha regalado nada y ha ido evolucionando como entrenador desde aquella liga de verano de la NBA en la que coincidió con Mike Brown, su mentor en el baloncesto norteamericano. Y es que Jordi recibió con tan solo 25 años la llamada de los Cleveland Cavaliers para incorporarse al cuerpo técnico en la temporada 2009-2010 como player development. En su primer año ya compartió vestuario con jugadores del nivel de Lebron James o Shaquille O’Neal. Esta temporada, después un lustro en el organigrama de los Cavaliers, recibió el encargo de ser el Head Coach del Canton Charge, el equipo de la liga de desarrollo de la NBA propiedad de la franquicia de Cleveland. Su principal función con este equipo será trabajar para que los jugadores que no pueden disputar minutos en la NBA sigan mejorando al mismo tiempo que trata de ganar partido en la competiva liga norteamericana

Después de verle entrenar y compartir conversaciones en torno al baloncesto no tenemos duda que es un entrenador muy preparado, con un dominio de inglés que roza la perfección y con las ideas muy claras. Quizás la combinación de estas tres características junto con su capacidad de trabajo sean la clave por la que esté tan valorado en la franquicia de Ohio y que cada año su responsabilidad haya sido mayor.
Como comenta en la entrevista es muy consciente de los aspectos positivos que suponen su formación europea como entrenador, pero también tiene claro que en la medida que sea capaz de adaptarse e interiorizar los medios que le brinda el baloncesto estadounidense su nivel como entrenador seguirá creciendo. El camino que Jordi está abriendo seguro que beneficiará a otros entrenadores que las circunstancias, la suerte o los sueños, les lleven a un banquillo cerca de los mejores talentos del baloncesto mundial.

Aquí se premia el rendimiento. Los jugadores se ponen en forma con la competición y entrenan para no hacerse daño y seguir mejorando. Jugando una media de 3’5 partidos por semana el descanso y los trabajos preventivos son muy importantes. El vídeo es casi la mejor forma de entrenar. Puedes corregir y hacer que el jugador aprenda sin ejercicios de contacto.»

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