La cancha de Obras Sanitarias no es una cancha cualquiera. El llamado Templo del Rock es famoso en Buenos Aires por acoger conciertos de grupos de música de la categoría de The Police, Ramones, Red Hot Chili Peppers así como de los artistas más importantes de Argentina como Andrés Calamaro. El club de Obras Sanitarias ha aprovechado esa fama para convertir los partidos de baloncesto del primer equipo en auténticos espectáculos donde se funden la música y nuestro deporte con bandas de rock en directo que actúan antes del encuentro y al descanso.

Ese estadio nos recibe en nuestra primera aproximación al baloncesto argentino. Los colores aurinegros visten un pabellón donde caben cerca de 3000 personas y en los que el partido se vive con mucha pasión, animando constantemente y celebrando los “goles” de los jugadores locales. El partido es ante Peñarol de Mar del Plata, actual campeón de la LNB y que cuenta con leyendas argentinas como Leo Gutiérrez que a sus 36 años aún sigue sacando su muñeca a pasear noche tras noche. La marcha de Campazzo al Real Madrid les ha debilitado pero siguen siendo uno de los mejores equipos del país. La jefa de prensa del Obras Sanitarias, Julieta Exposito, quien jugó 10 años profesionalmente en España, comenta con nosotros el partido. La hinchada no para de cantar y saltar, el estadio está casi repleto, animados por los buenos resultados del Obras que se mantiene invicto tras cinco encuentros disputados.

La afición está ilusionada con la revolución vivida este verano con el regreso del ex Seleccionador Argentino Julio Lamas y un gran número de fichajes de primer nivel como los internacionales por Argentina Selem Safar y Marcos Delía, la pareja uruguaya Marcos Aguiar y Bruno Fitipaldo y sobre todo el ex ACB Juanpi Gutierrez, que por estar lesionado no podrá sumarse al equipo hasta bien entrada la temporada. Con él tenemos tiempo de charlar brevemente tras el partido, le da tiempo de tener un recuerdo para José Luis Abós y felicitarnos por nuestra aventura.

El partido fue favorable a Obras tras dominar todo el encuentro aunque con emoción final tras una gran remontada de Peñarol. Pero el resultado era para nosotros lo menos importante de nuestra experiencia. Nos sorprendió el elevado nivel de contacto entre ambos equipos, las rachas en el triple de Peñarol, que vivía y moría desde la línea de tres así como el gran nivel del uruguayo Mauricio Aguiar, con talento de sobra para jugar en Europa, y el empuje final de Alejandro Konsztadt en Peñarol que a punto estuvo de dar la vuelta al partido.

Emoción, buen baloncesto y música en directo de la banda argentina Envuelto para regalo. Cogemos un taxi de vuelta a casa, ya no hay metro y el jetlag empieza a hacer mella en nosotros. Nos comemos una deliciosa empanada y damos por finalizado nuestro primer día en Buenos Aires. Acabamos de llegar y Argentina ya nos está atrapando.

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